Entonces lo hiciste. Al principio, fue imperceptible. Las comisuras de tus labios formaron un amago de sonrisa, y
por un momento pensé que sería como hacía tanto tiempo. Que se quedaría ahí. En
un amago. Pero entonces me miraste. Me miraste y tu sonrisa inundó mi
mundo. Esa sonrisa que tanto me gusta. Tu sonrisa. Gracias a la cual me
enamoraste. Y entonces yo también lo hice, sonreí al ver tu sonrisa, hacía
tanto que no la veía. No dejes de sonreír. NUNCA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario